Relato del viaje a Colombia

México en el Festival Internacional del Arte en Palmira, Colombia.
Karla Inés Yescas es egresada de la Licenciatura en Artes de la Universidad de Sonora con especialidad en pintura, fundó la Sociedad de Grabadores de Sonora a principios del 2005 con el fin de promover el grabado. Actualmente trabaja en el proyecto “Arte por la Paz” a beneficio de niños afectados por la violencia y en el mes de noviembre representó a nuestro país en el área de pintura, dentro del marco del Festival Internacional del Arte en Palmira, Colombia.
Karla Inés Yescas es egresada de la Licenciatura en Artes de la Universidad de Sonora con especialidad en pintura, fundó la Sociedad de Grabadores de Sonora a principios del 2005 con el fin de promover el grabado. Actualmente trabaja en el proyecto “Arte por la Paz” a beneficio de niños afectados por la violencia y en el mes de noviembre representó a nuestro país en el área de pintura, dentro del marco del Festival Internacional del Arte en Palmira, Colombia.
Creando Lazos…
La intención de crear lazos culturales en Latinoamérica me ha llevado a conocer un país encantador que es Colombia; al cual fui invitada en el mes de abril de este año, para representar a México en el área de Artes Plásticas dentro del XII Festival Internacional del Arte “Ricardo Nieto” que se lleva a cabo en Palmira, Colombia. Y este es mi recorrido por Colombia.
Durante las cuatro décadas pasadas el turismo en Colombia fue mermado hasta extinguirse gracias a la problemática socio-política de la entidad. Como consecuencia la población colombiana vivió englobada y apartada del resto del mundo produciendo y cultivando su propia cultura, exportando café, telenovelas y literatura de primera categoría.
Recuerdo que antes de ir me preguntaban que a qué iba a ese país tan peligroso… Aún así me fui a correr el riesgo y a formar por mi cuenta una opinión… con temor y todo llegué a Bogotá a las 8:30 de la mañana y me pareció al asomarme por la ventanilla del avión, que estaba en otro mundo… al principio solo se veían nubes espesas, pero al irse abriendo se descubría un paisaje verde bosque e iba apareciendo una ciudad color ladrillo, una calidez que contrastaba con el frío que hacía entre una suave llovizna y un sol apenas presente.
Bogotá, una de las ciudades más antiguas del continente americano, después de la colonización española, apenas refleja esa antigüedad, entre los edificios modernos y sus avenidas de alta velocidad, junto con su sistema de transporte masivo y la impecable presentación de sus calles, parques y mercados.
Estaba impresionada por tanta maravilla pero mi travesía no terminaba ahí sino en el Valle del Cauca. Entonces tomé el siguiente vuelo a Santiago de Cali, otra de las ciudades más grandes del país. Fueron solo treinta minutos de vuelo por Aerorepública y se sabía que era el valle por la extensa alfombra de recuadros de todos los verdes que se divisaba desde el avión.
Anteriormente también había organizado una exposición en la Universidad Nacional de Colombia en Palmira que se llevaría a cabo en esos días, para presentar una muestra de Grabadores de Sonora, la cual nos acogió desde el primer momento
y en poco tiempo los grabados fueron montados para exponerse en la Biblioteca Central.
La calidez, la hospitalidad y la propiedad con la que se manejan las personas que me tocó conocer me dejaron una impresión muy agradable y difícil de olvidar. No es fácil sentirse lejos de casa estando en Colombia, ésta ha sido una de las más gratificantes experiencias que he vivido, por eso es que ahora llevo tatuada la memoria de amarillo, azul y rojo.
Karla Inés Yescas Flores
Lic. En Artes
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